Christian Bryant Teniendo en cuenta que la narrativa de animación existe desde hace casi tanto tiempo como el propio cine, resulta asombroso considerar que los Premios de la Academia, en sus casi 100 años de historia, solo han dedicado una categoría a reconocer los logros de los largometrajes de la animación desde 2001. En las dos décadas transcurridas desde que se introdujo la categoría de Mejores Películas de Animación, los cineastas y animadores han tenido la oportunidad de subir al escenario y explicar la importancia de su oficio a millones de personas en todo el mundo.
Por supuesto, la categoría ha estado lejos de ser perfecta. En particular, la fuerte inclinación hacia la animación estadounidense, los proyectos de los profesionales de la carrera de animacion digital y las obras procedentes de Disney han hecho que la lista de ganadores a las mejores películas de animación no sea tan diversa como los esfuerzos reales producidos en este medio de narración. Sin embargo, a lo largo de los años se han considerado dignas de un Óscar muchas películas.
Hoy queremos compartirte 7 películas de animación digital que ganaron un Óscar para que les eches un vistazo y nos cuentes qué te parecieron.
Películas de animación ganadoras de un Óscar
Frozen
En retrospectiva, Frozen se encuentra entre dos musicales de cuentos de hadas de Walt Disney Animation Studios más fuertes (Enredados y Moana) que ponen de manifiesto sus deficiencias. Principalmente, la narrativa de Frozen podría necesitar algo de trabajo y los diseños de los personajes no son únicos. Dicho esto, las partes que sí funcionan (como el número musical de “Let It Go”) son absolutamente geniales.
Zootopia
Si pensamos en trasladar la alegoría del racismo de Zootopia al mundo real por un momento, la película adquiere algunas implicaciones desafortunadas (la película se complica en las relaciones entre depredadores y presas). Aun así, como película de misterio de amigos policías, Zootopia es un viaje divertido, especialmente en lo que respecta a su enfoque creativo para utilizar las posibilidades de su mundo basado en los animales. Sin embargo, es difícil no sentir amargura por el hecho de que esta película haya ganado el premio a la mejor película de animación, teniendo en cuenta que ni siquiera era el mejor dibujo animado de Disney que optaba al premio ese año (ese honor recae en Moana).
Los increíbles
Los Increíbles no solo cambió para siempre la forma en que los espectadores veían las capas, sino que también abrió nuevos caminos para el tipo de historias que podían contar las grandes películas infantiles animadas por computadora. Los problemas de los adultos, como la infidelidad y la crisis de la mediana edad, no eran tan comunes en este subgénero, entonces naciente, en el mundo anterior a Los Increíbles. Sin embargo, el guionista y director Brad Bird cambió eso para siempre con esta historia de superhéroes, que no tuvo ningún problema en superar a sus compañeras nominadas Shrek 2 y Shark Tale para ganar el Oscar a una de las mejores películas de animación.
Coco
Solo a nivel visual, es increíble procesar la visión de Coco de la Tierra de los Muertos. Con colores brillantes y edificios apilados que parecen llegar más allá de los cielos, es un reino con un aspecto tan glorioso que se podría hacer una película satisfactoria sólo con planos estáticos de este lugar. Pero Coco no se queda ahí, ya que todas esas deslumbrantes vistas van acompañadas de una historia reflexiva y de canciones tan pegadizas como conmovedoras.
Buscando a Nemo
En los años transcurridos desde el estreno de Buscando a Nemo, se ha comercializado hasta la saciedad, con una secuela, un sinfín de atracciones en parques temáticos. Pero por debajo de todo, Buscando a Nemo sigue siendo una conmovedora parábola entre padre e hijo, y gran parte de esa eficacia se debe a la interpretación vocal de Marlin por parte de Albert Brooks, que resulta impresionantemente humano. Es cierto que, entre las nominadas a mejores películas de animación de ese año, Las trillizas de Belville era superior, pero Buscando a Nemo sigue siendo un clásico de Pixar por todas las razones correctas.
Intensamente
La tercera joya de Pixar del director Pete Doctor, Inside Out, es un largometraje sublime, sobre todo por la forma en que su narración hace malabares con las perspectivas duales de los humanos en el “mundo real” y las emociones dentro de la cabeza de la protagonista Riley. El único inconveniente de que una película tan especial gane el premio a una de las mejores películas de animación en la 88ª edición de los premios de la Academia es que habría sido innegablemente genial ver a nominados poco ortodoxos como Anamolisa o Cuando Marnie estaba aquí.
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